La llegada de la época de frío extremo ya está aquí y con ello el aumento de las consultas de urgencia por sensibilidad dental. Esta sensibilidad dental es muy común y cualquier persona puede padecerla. Ya sea por hábitos poco saludables o por consecuencia de otra condición.
En este artículo, exploraremos las causas más comunes de la sensibilidad dental asociada al frío y ofreceremos consejo sobre cómo tratarla de manera segura y efectiva.
Causas de la sensibilidad dental asociada al frío
Existen muchas razones por las que los dientes pueden volverse más sensibles al frío. Entre las más comunes se incluyen:
Pérdida del esmalte dental
El esmalte dental es el que protege los dientes, por lo tanto, cuando se desgasta o se pierde, la dentina queda expuesta. Esto puede provocar que los dientes sean más sensibles al frío.
Un cepillado muy agresivo, así como un mal uso de productos, como puede ser la pasta con mucho detergente, pueden llegar a dañar el esmalte dental.
Además, la ingesta de comidas y bebidas con muchos ácidos también pueden causar la pérdida del esmalte.
Caries
Las caries pueden afectar a la sensibilidad de los dientes ante el frío. Éstas son causadas por bacterias que erosionan el esmalte de los dientes y dejan expuesta la dentina. Todo ello puede provocar dolor cuando los dientes están expuestos a temperaturas extremas, como pueden ser bebidas frías o helado.
La solución en este caso sería realizar un empaste tan pronto como encontremos la caries, ya que, de ser demasiado tarde, se necesitaría ya una endodoncia.
Retracción de las encías
Consiste en un desplazamiento de la encía que rodea al diente. Esto puede provocar que los dientes se vuelvan más sensibles al frío, puesto que la raíz puede quedar más expuesta. Es por ello por lo que es importante tratar este problema para prevenir problemas adicionales con los dientes y las encías.
Rechinar los dientes
El bruxismo o rechinar los dientes es muy común en entornos o épocas de mucho estrés. Esto puede provocar un desgaste gradual de los dientes y, por lo tanto, romper el esmalte. La dentina, en este caso, podría quedar expuesta y provocar sensibilidad dental.
Dientes agrietados o astillados
Una pequeña grieta en el esmalte del diente, causada por una lesión, también puede llegar a provocar sensibilidad en el diente. Además de esto, el hecho de tener una grieta, también puede provocar que las bacterias accedan a las capas internas y sufrir una infección dental.
Procedimientos dentales
Ciertos procedimientos dentales, como la limpieza profesional o el blanqueamiento dental, pueden hacer que en los días siguientes se sientan los dientes más sensibles al frío.
Cómo prevenir la sensibilidad dental
A continuación, os damos una serie de recomendaciones para prevenir la sensibilidad dental y evitar que aparezca.

- Buenos hábitos alimenticios. Las bebidas y alimentos ácidos puedan desgastar el esmalte del diente. Por ello es recomendable evita o limitar su consumo.
- Seguir una rutina de higiene bucal. Una buena higiene bucal es esencial para poder prevenir este problema. Además del cepillado habitual, es recomendable utilizar hilo dental para no tener problemas de encías y evitar su retracción. Por otro lado, es esencial utilizar una pasta de dientes específica para dientes sensibles y no cepillarse de forma agresiva. Utilizar un cepillo suave es la mejor opción.
- Acudir a un profesional. Es esencial realizar revisiones cada cierto tiempo. Te dejamos por aquí las razones por las que es importante realizar una revisión dental.
En conclusión, la sensibilidad dental asociada al frío es un problema común que puede llegar a ser muy incómodo y doloroso. Es muy importante reconocer las causas y tomar las medidas adecuadas para poder prevenirla y tratarla. Por eso, la mejor opción siempre es ponerse en manos de profesionales. En Rafa García te ayudaremos a encontrar una solución a tu problema. ¡Para más información no dudes en ponerte en contacto con nosotros o visitarnos en nuestra clínica de Gondomar!